Cuatro municipios se declararon en desastre, uno en emergencia y dos cuentan con incendios forestales activos. Esa es la situación que enfrenta el departamento de Santa Cruz, informaron este sábado las autoridades estatales y departamentales.
“El día de ayer se ha hecho un recorrido por los lugares dónde se están realizando los incendios. En este momento tenemos dos municipios dónde se reportan focos de incendio, pero no revisten de mucha gravedad, ya que están controlados”, dijo el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, en una conferencia de prensa en la capital cruceña.
Los municipios afectados son Concepción y en el gobierno autónomo Indígena Guaraní (GAIG) Kereimba Iyaambae, en la comunidad Tatarenda Nuevo. La autoridad aseguró que ambos siniestros están siendo controlados, “Es decir, no se han desbordado”.
Para luchar contra las llamas, se realizarán operativos aéreos con helicópteros. Asimismo se creó un cinturón de seguridad, y se preparan descargas de agua para frenar el avance.
Aumentan las emergencias por focos de incendio en Santa Cruz
“En el incendio de Tatareada están trabajando más de 90 personas de manera coordinada, entre bomberos forestales de la Gobernación, técnicos de YPFB, brigada forestal de la comunidad y militares de las Fuerzas Armadas. El trabajo coordinado está permitiendo controlar el fuego, a pesar de ser complejo debido a la topografía del lugar” afirmó la directora de Recursos Naturales de la Gobernación cruceña, Yovenka Rosado.
Las autoridades indicaron que desde el 1 de agosto cuatro municipios se declararon en situación de desastre: San Rafael, San Matías, GAIG Kereimba Iyambae – Gutierrez y el GAIOC – Charagua. Asimismo, desde el anterior mes, San Ignacio de Velasco se declaró en emergencia.
Calvimontes también reveló que se movilizaron 605 efectivos militares para luchar contra el fuego. Además, se realizaron cuatro acciones aéreas y se continúa con el patrullaje, debido a que continúan las quemas ilegales y estas pueden descontrolarse.
En el país se detectaron 9.124 focos de calor, una reducción en relación con el año pasado. También se quemaron 299.503 hectáreas en todo el territorio nacional.