La 'bomba' al retardador…

2022-03-03 06:16:05 By : Mr. Judy Ding

El 'blanqueamiento' del que se hizo eco Expresso fue un crudo intento de 'tapar el sol con un colador'Hay una especie de hechizo –o de fracaso, quién sabe– que se vierte sobre los gobiernos socialistas cuando todo parece marchar como ellos quieren, con el país aparentemente rendido y en sus manos.Así fue, de forma exuberante, con José Sócrates, tras 'golpes' quirúrgicos en los juzgados, en la banca y en los medios de comunicación.Y así sucedió, inesperadamente, con António Costa, cuando fue ungido por la oligarquía, la izquierda comunista y Belém.Si volvemos atrás, llegamos a Mário Soares, que impuso dietas estrictas al país, con el FMI como 'primer auxilio', a causa de las arcas vacías del Tesoro, o António Guterres, que se 'hirió los zapatos' tan pronto cuando se dio cuenta de que estaba al borde del pantano.La 'mala suerte' persigue al PS en el poder.Cuando la telaraña está tendida, se derrumba alguna fatalidad que arrasa con el laborioso trabajo de la araña...Con un presidente cariñoso y un admirador confeso del virtuosismo optimista de António Costa (por 'molesto' que sea), la economía dando señales de reactivación (gracias al boom turístico), la izquierda comunista dominó y apaciguó con unos pocos más alquileres, y las cumbres web para entretener a los mirones tecnológicos, el andor parecía seguro en medio de la procesión, camino a la 'canonización' del primer ministro interino.Pero hay cosas que parecen brujería.Tanques, por ejemplo.En octubre del año pasado, Costa saludó "el trabajo realizado por la Policía Judicial Militar y la Guardia Nacional Republicana que permitió recuperar" el material militar desaparecido de los almacenes Tancos.Y cerrado el asunto.Pero no fue así.Y no lo esLejos de ahi.En octubre de este año, ante las sospechas que ya lo rodeaban, Costa negó haber sabido alguna vez del memorándum de la telenovela, entregado en el despacho del entonces ministro de Defensa, quien también había negado tener conocimiento del documento. .Al fin y al cabo, y según Expreso, Azeredo Lopes “incluso fue informado del contenido del memorándum de la PJM” sobre el operativo de devolución del material sustraído en Tancos, aunque desvalorizó su contenido, pues “no se percató de la existencia de una tapadera”. -up y le dio importancia al documento”.Al publicar esta tesis peregrina, soplada o no de alguna parte, solo surgen dos hipótesis: o el periódico le dio a Azeredo un certificado de incompetencia, o trató de eximirlo de responsabilidades como si fuera un tonto.El semanario concluía, además, de forma prosaica en su título, que esta nueva narrativa sobre la 'distracción' del ex ministro “salva a (casi) todos”.En un sorprendente contorsionismo, el semanario de Balsemão fue más allá y, además de 'plantar' varios mensajes atribuidos a 'fuentes' no identificadas en Belém, también escribió esto: "Si el Ministro de Defensa no entendió toda la dimensión de la trama, es más natural haber omitido a Costa.Y si Costa no sabía de la trama, no podía compartirla con Marcelo».Aquí hay una deducción luminosa, en nombre del 'perímetro de seguridad' de Costa, para salvar el honor del convento y evitarle más problemas.Aunque, como escribió Paulo Rangel, «la situación es demasiado grave y demasiado grave para que todo culmine en un asfixia o blanqueamiento en nombre de supuestos valores de escala superior».En esta danza de sombras, lo que parece obvio es que mucha gente dice no saber lo que sabía, y eso solo explica el discurso contradictorio y el bochorno visible en algunos de los protagonistas de la trama.La historia de Tancos es un brasero que permanece encendido y que ya quemó al ministro y al jefe del Estado Mayor del Ejército.También puede simbolizar una 'bomba retardada', lista para detonar en cualquier momento, destrozando las cuentas de António Costa y obligando a Marcelo Rebelo de Sousa a tomar decisiones extremas, forzado por las circunstancias.Marques Mendes, que se ve en el doble rol de comentarista y Consejero de Estado (incluido en la cuota de Marcelo), señaló con el dedo al Gobierno en la SIC, diciendo que «es sospechoso (…) políticamente hablando», al tiempo que subrayó que «hubo sólo un ente que se portó bien en todo esto: el Presidente de la República».Si Mendes encendió el semáforo, con el amarillo parpadeante y el rojo intermitente, el PSD ya admitió esta crisis política, dando a conocer que está preparado para una anticipación del calendario electoral.Y el CDS nada menos.Lo peor es que los socialdemócratas están entregados a una dirección aburrida, rodeados de gente sin nervios, de donde pocos escapan.Y eso es un obstáculo para Marcelo, que conoce bien el partido.El escenario es más complejo de lo que parece.El Gobierno, pese a estar remodelado, podría estar 'perdiendo el pie'.El ensayo de 'blanqueamiento' del que se hizo eco Expresso es una señal y un intento burdo de 'tapar el sol con un colador', bajo la suposición (errónea) de que los portugueses definitivamente están infantilizados...