O Grove retomó ayer, al igual que el resto de la comarca, la tradicional fiesta de San Xoán. La noche estuvo llena de fuego y alegría, pero también de esas «trastadas» características de la noche que, en ocasiones, atraviesan la frontera de la sensatez. Eso ocurrió en la península meca, donde alguien se encargó de robar las llaves de contacto del camión contraincendios del Servizo Municipal de Emerxencias. Ocurrió, precisamente, minutos antes de que en el casco urbano, en la calle Luis Seaone, ardiera por completo un contenedor de cartón.
Es cierto que la de San Xoán es una noche propicia para las gamberradas. Pero aquello de cambiarle las cancillas al vecino o sustraerle las plantas del portal queda ya bastante lejos. El suceso ocurría en Porto Meloxo hacia las cuatro de la madrugada, con el barrio atestado de gente, puesto que ahí ardía una de las hogueras más grandes de la localidad. Emerxencias O Grove estaba realizando labores de vigilancia como suele ser habitual, cuando alguien se percató de que un joven había entrado en el vehículo y acto seguido había echado a correr.
Cuando se dieron cuenta de que faltaban las llaves del contacto y un casco de uno de los trabajadores, ya no había ni rastro del delincuente. Lo curioso del asunto es que a los pocos minutos un contenedor ardía en el centro y Emerxencias no pudo desplazarse a apagarlo. Fueron los propios vecinos los que con un extintor y una manguera tuvieron que sofocar las llamas, bastante escandalosas, así que a pesar de los esfuerzos, el recipiente se calcinó por completo. Mientras en Meloxo, el camión permanecía inoperativo. Y lo hizo durante un buen rato, «porque houbo que subir a base, coller as chaves de reposto e arrancalo, cousa que costou porque forzaron o contacto », relataba el jefe de Emerxencias, asombrado con lo sucedido. Y menos mal que ninguna de las otras hogueras de la península causó problemas, porque habría sido difícil llegar a prestarles auxilio.
Tras haber retirado el vehículo de la zona, los operarios han decidido difundir el hecho por redes sociales, con el objetivo de recuperar al menos el casco, una pieza de gran valor, y muy necesaria para su trabajo. Por lo que solicitan a todo el que haya visto algo o encuentre lo robado llame al 986 732 255 o al 986 733 333. Creen que pudo haber sido fruto de una broma «e ao mellor está tirado en calquera sitio ». Lo que está claro es que la gamberrada, a ellos, no les ha hecho ninguna gracia. La Policía Local, mientras tanto, sigue buscando al autor o autores de tremenda hazaña y los objetos sustraídos, hasta el momento sin resultado alguno.
Esta incidencia fue la más grave de las registradas en Arousa durante la noche de San Xoán, pero no la única. En Valga, varias señales de tráfico amanecieron destrozadas tras una noche de esmorga. Y en Vilagarcía, aunque no llegó a haber incidencias graves, los bomberos recibieron un sinfín de llamadas por diversos tipo de problemas: incluso tuvieron que trasladarse a un inmueble en el que los propietarios habían decidido hacer una hoguera en una terraza.
El San Xoán se mantiene a flote en Arousa rosa estévez El San Xoán llegó este año vestido de gris. La jornada que precedió a la noche más corta del año fue desapacible, pasada por agua, incierta. Como si el verano, recién estrenado, no lograse romper la barrera de nubes que nos acompaña en los últimos días. La amenaza de lluvia, omnipresente durante todo el día, hizo tambalearse muchos planes de fiesta nocturna. Los que no parecieron dudar ni un momento fueron los hosteleros del barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía, que conscientes de que el tiempo en Galicia es volátil, incluso en junio, tuvieron la precaución de desplegar una gran carpa para garantizar la sardiñada y la fiesta, amenizada anoche por New York, Disketoca y los DJ Dumore, JJ Compota y Rubén Rey. Además de la gran fiesta de As Pistas, en la capital arousana casi una veintena de establecimientos hosteleros que han solicitado permisos para asar sardinas en la calle. Porque ya se sabe que si no hay una buena parrillada de este pescado azul, cada vez más acompañado por unas tiras de churrasco, el San Xoán no está completo. Seguir leyendo
El San Xoán llegó este año vestido de gris. La jornada que precedió a la noche más corta del año fue desapacible, pasada por agua, incierta. Como si el verano, recién estrenado, no lograse romper la barrera de nubes que nos acompaña en los últimos días. La amenaza de lluvia, omnipresente durante todo el día, hizo tambalearse muchos planes de fiesta nocturna. Los que no parecieron dudar ni un momento fueron los hosteleros del barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía, que conscientes de que el tiempo en Galicia es volátil, incluso en junio, tuvieron la precaución de desplegar una gran carpa para garantizar la sardiñada y la fiesta, amenizada anoche por New York, Disketoca y los DJ Dumore, JJ Compota y Rubén Rey. Además de la gran fiesta de As Pistas, en la capital arousana casi una veintena de establecimientos hosteleros que han solicitado permisos para asar sardinas en la calle. Porque ya se sabe que si no hay una buena parrillada de este pescado azul, cada vez más acompañado por unas tiras de churrasco, el San Xoán no está completo.
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