El villamariense Guillermo Grasso trajo equipos a los Bomberos de la ciudad.
Un bombero villamariense que emigró a Canadá hace 18 años, Guillermo Grasso, visitó el cuartel local y entregó un importante equipamiento para los servidores públicos.
"Puede cumplir uno de los sueños de ayudar a los Bomberos de Villa María, trayendo equipos que pueden ser útiles", afirmó en diálogo con la prensa. Asimismo, relató que vivió en la ciudad hasta sus 44 años, cuando emigró a la ciudad francófona de Montreal.
Por otra parte, Grasso precisó el tipo de equipos que trajo en esta oportunidad: "Son máscaras para los aparatos respiratorios y unas alarmas de hombre caído". "Tengo tres cajas con trajes estructurales, cascos, botas, equipos de respiración autónomo para traerlos, pero está un poco detenido allá porque es difícil conseguir el permiso en la aduana", añadió.
En este sentido, el villamariense radicado en Canadá destacó que realizan gestiones desde hace tres años, pero que hay dificultades para que estos equipos puedan ingresar a Argentina. "Los equipos donados tienen que pasar una serie de requisitos, entre ellos de contaminación, pero yo estimo que también es un poco por el sistema burocrático argentino, y hay que decir también un poco por la pandemia", manifestó.
Grasso resaltó que los equipos que desea traer son "para utilizar en siniestros" y destacó que son importantes para la salud de los Bomberos, por lo que citó el caso de tres servidores públicos que fallecieron "porque no tenían los equipos de respiración autónoma". Asimismo, señaló que también cuentan con la colaboración de Eduardo Zabala, un villamariense que posee una fundación en Miami.
Por otro lado, Grasso contó como fueron sus inicios como bombero en Villa María: "Estuve desde 1977 hasta 1998, yo tuve la suerte, tenía 16, 17 años, que entré cuando Juan Carlos Mulinetti empezaba sus primeros pasos como instructor". "Fue él uno de los que me transmitió esta pasión", señaló.
Finalmente, contó como es la actividad de los Bomberos en Québec, la región canadiense en la que está radicado desde hace varios años: "A nosotros nos pagan cada vez que nos llaman, hay cuarteles que tienen guardia permanente, las 24 horas".